7 diferencias clave entre una PYME y un autónomo

7 diferencias clave entre una PYME y un autónomo

Si estás considerando emprender o ya te encuentras trabajando por tu cuenta, seguramente te habrás preguntado qué diferencia hay entre ser autónomo y crear una pequeña o mediana empresa (PYME). Ambas opciones tienen ventajas y desventajas, y la decisión dependerá de tus objetivos, el tipo de negocio que planeas desarrollar y, por supuesto, tu situación financiera. En este artículo, vamos a profundizar en las principales diferencias entre una PYME y un autónomo para ayudarte a tomar una decisión informada.

¿Qué es una PYME y cómo se diferencia de un autónomo?

Antes de comenzar a comparar, es importante definir claramente qué es una PYME y qué significa ser autónomo. Ambos términos se refieren a formas legales para emprender y gestionar un negocio, pero tienen características muy diferentes.

Una PYME (Pequeña y Mediana Empresa) es una categoría empresarial que incluye compañías con un número de empleados y un volumen de negocio relativamente pequeños. De acuerdo con la Unión Europea, las PYMEs se dividen en tres categorías:

  • Microempresas: Hasta 10 empleados y un volumen de negocio o balance general anual que no supere los 2 millones de euros.
  • Pequeñas empresas: Hasta 50 empleados y un volumen de negocio o balance general anual que no supere los 10 millones de euros.
  • Medianas empresas: Hasta 250 empleados y un volumen de negocio que no supere los 50 millones de euros, o un balance general anual que no supere los 43 millones de euros.

Por otro lado, un autónomo es una persona que realiza una actividad económica a título personal, sin necesidad de constituir una empresa. El autónomo puede trabajar por cuenta propia y, en algunos casos, contratar empleados, aunque sigue respondiendo ante las autoridades fiscales y laborales de manera individual.

Responsabilidad legal y financiera

Una de las mayores diferencias entre ser autónomo y crear una PYME es la responsabilidad legal y financiera. Como autónomo, eres responsable de todo lo que ocurra en tu actividad profesional. Esto significa que, si contraes deudas o enfrentas una demanda, tus bienes personales pueden verse afectados, ya que no hay una separación legal entre tu patrimonio personal y el de tu actividad económica. Esta es una de las razones por las que algunos profesionales optan por constituir una empresa.

Por el contrario, al crear una PYME, existe una separación entre el patrimonio personal de los socios y el patrimonio de la empresa. Esto se traduce en una menor responsabilidad personal, ya que, en general, los propietarios de una empresa no responden con su propio patrimonio por las deudas de la misma, sino con los bienes de la empresa. Este factor es especialmente importante si tu actividad implica riesgos financieros o legales significativos.

Obligaciones fiscales y cotizaciones a la Seguridad Social

Tanto los autónomos como las PYMEs deben cumplir con obligaciones fiscales y cotizaciones a la Seguridad Social, pero las diferencias entre ambos son notables. A continuación, analizamos cómo varían estos aspectos según la figura jurídica:

Autónomos:

  1. Fiscalidad: Los autónomos están obligados a declarar el IVA y el IRPF. El autónomo debe realizar declaraciones trimestrales del IVA (Modelo 303) y una declaración anual (Modelo 390), además de pagar el IRPF a través de módulos o estimación directa.
  2. Cotizaciones: Los autónomos deben cotizar a la Seguridad Social mediante una cuota mensual que varía según la base de cotización elegida. Cuanto mayor sea la base de cotización, más alta será la pensión futura, pero también más alta será la cuota mensual.

PYMEs:

  1. Fiscalidad: Las PYMEs deben pagar el Impuesto de Sociedades, que es un porcentaje fijo sobre los beneficios obtenidos por la empresa. Además, deben realizar las declaraciones trimestrales de IVA y el impuesto correspondiente a la renta de sus empleados a través de retenciones.
  2. Cotizaciones: Las PYMEs deben cotizar a la Seguridad Social por sus empleados, además de pagar las retenciones de IRPF de los salarios.

Una diferencia significativa es que los autónomos suelen tener una menor carga administrativa que las PYMEs, ya que no necesitan gestionar nóminas de empleados o declarar el Impuesto de Sociedades, pero, a su vez, enfrentan una mayor presión fiscal directa al no contar con ciertas ventajas de deducción que tienen las empresas.

Ventajas e inconvenientes de ser autónomo

Trabajar como autónomo tiene una serie de ventajas que lo hacen atractivo para muchas personas que desean emprender o trabajar por su cuenta. Algunas de las principales ventajas incluyen:

  • Flexibilidad total: Como autónomo, eres tu propio jefe. Tienes total libertad para organizar tu tiempo y elegir a tus clientes y proyectos.
  • Menores trámites: El proceso de alta como autónomo es rápido y sencillo en comparación con la constitución de una empresa. Además, la gestión administrativa es mucho más simple.
  • Control total: Tú decides cómo gestionar tu actividad y no tienes que rendir cuentas a otros socios o accionistas.

Sin embargo, también existen ciertos inconvenientes que es importante tener en cuenta:

  • Responsabilidad ilimitada: Como mencionamos antes, los autónomos son responsables con su patrimonio personal por las deudas que puedan contraer en su actividad.
  • Menos acceso a financiamiento: Las entidades bancarias suelen otorgar mejores condiciones de financiamiento a las PYMEs que a los autónomos.
  • Mayores dificultades para crecer: Como autónomo, si deseas expandir tu negocio, contratar empleados puede resultar más complicado en términos de costos y gestión administrativa.

Ventajas e inconvenientes de gestionar una PYME

Por otro lado, gestionar una PYME también tiene sus ventajas y desafíos. Algunas de las principales ventajas incluyen:

  • Separación del patrimonio personal: Como mencionamos anteriormente, los propietarios de una PYME no responden con su patrimonio personal ante las deudas de la empresa.
  • Mayor acceso a financiación: Las PYMEs suelen tener más facilidades para obtener financiamiento bancario o atraer inversionistas.
  • Capacidad para crecer: Crear una PYME te permite contratar empleados y expandir tu negocio de manera más efectiva, además de acceder a subvenciones y ayudas para empresas.

No obstante, también hay ciertos inconvenientes:

  • Mayores obligaciones fiscales y administrativas: Gestionar una PYME implica una mayor carga administrativa, ya que debes gestionar nóminas, retenciones de IRPF, el Impuesto de Sociedades y otros trámites legales.
  • Costes iniciales más altos: Constituir una empresa puede ser costoso en comparación con darse de alta como autónomo. Además, en muchos casos es necesario un capital social inicial.

¿Cuál es la mejor opción para ti?

Decidir entre ser autónomo o crear una PYME dependerá de varios factores, como el tipo de actividad que deseas desarrollar, tus expectativas de crecimiento y tu tolerancia al riesgo. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para ayudarte a tomar una decisión:

  1. Elige ser autónomo si...
    • Buscas flexibilidad total para gestionar tu tiempo y tus proyectos.
    • Prefieres mantener una estructura de negocio sencilla, sin empleados.
    • No necesitas un alto nivel de financiamiento inicial.
  2. Elige crear una PYME si...
    • Tu objetivo es hacer crecer tu negocio y contratar empleados.
    • Quieres limitar tu responsabilidad personal y proteger tu patrimonio.
    • Necesitas acceder a financiamiento bancario o inversionistas para expandir tu negocio.

Preguntas frecuentes sobre las diferencias entre PYME y autónomo

¿Qué es mejor, ser autónomo o crear una PYME?

No existe una respuesta única para esta pregunta, ya que depende de tus necesidades y objetivos. Si buscas mayor flexibilidad y un proceso más simple, ser autónomo puede ser la mejor opción. Si tienes un proyecto que involucra mayores riesgos, empleados o planes de crecimiento a largo plazo, crear una PYME podría ser más adecuado.

¿Un autónomo puede contratar empleados?

Sí, un autónomo puede contratar empleados, pero debe asumir todas las responsabilidades asociadas, como cotizaciones a la Seguridad Social, retenciones de IRPF y la gestión administrativa de las nóminas. Sin embargo, algunos prefieren constituir una empresa para gestionar más fácilmente el crecimiento del negocio.

¿Cuáles son las obligaciones fiscales de un autónomo?

Un autónomo debe realizar las declaraciones trimestrales de IVA, pagar el IRPF según su estimación directa o módulos, y cotizar a la Seguridad Social mensualmente. El monto de la cotización dependerá de la base que elija, y es una obligación que debe cumplir independientemente de si ha tenido ingresos o no.

¿Qué ventajas tiene una PYME frente a ser autónomo?

Una PYME ofrece ventajas como la separación del patrimonio personal del de la empresa, lo que reduce la responsabilidad en caso de deudas. Además, permite acceder más fácilmente a financiamiento y es una estructura más adecuada para crecer, contratar empleados y gestionar grandes proyectos.

¿Cuánto cuesta crear una PYME en España?

El coste de constituir una PYME varía según el tipo de sociedad. En el caso de una Sociedad Limitada (SL), se requiere un capital mínimo de 3.000 euros, además de otros gastos asociados a notarios, registro y asesoría legal, que pueden ascender a entre 500 y 1.500 euros.

¿Un autónomo puede deducir gastos en su actividad?

Sí, los autónomos pueden deducir ciertos gastos relacionados directamente con su actividad, como alquileres, suministros, material de oficina, entre otros. Sin embargo, las deducciones suelen ser más limitadas en comparación con una PYME, que puede tener más flexibilidad en cuanto a gastos deducibles.